septiembre 26, 2023 •Carlos Rivas
En la actualidad es cada vez más común encontrar organizaciones con procesos “verdes” o procesos sin afectación al medio ambiente, incluso en algunos casos, procesos que contribuyen al mejoramiento ambiental. Esta tendencia, que se ha ido incrementando dada la conciencia que cada vez más toman las personas, ciudades, países y empresas, va de la mano con el mensaje que recibimos constantemente de no continuar generando daño al medio ambiente, donde incluso se habla de consumir productos o servicios cuyos procesos de manufactura sean igualmente “limpios”. Sin embargo, existen organizaciones que acuden al “greenwashing” (o lavado verde) como una forma de promover productos y/o servicios desde un objetivo comercial.
La pregunta que todos nos hacemos es, ¿Realmente es posible generar productos y/o servicios que de verdad sean amigables con el medio ambiente? Por su puesto, y esto se puede hacer en cualquier tipo de organización que quiera transformar sus procesos con una mirada de concientización, adopción de tecnologías limpias, amigables con el medio ambiente y que cuenten con una política transversal en su operación.
Sabemos que las organizaciones deben pasar de una economía lineal, en la que se extraen materias primas, se transforman en productos, se usan y finalmente se desechan; a una economía circular que es un sistema económico basado en modelos de negocio que reemplazan el concepto de “fin de ciclo de vida” por el de reducir, reusar, reciclar y recobrar materiales en los procesos de producción, distribución y consumo. (Julián Kirchherr, 2017).
Si bien el concepto suena simple, en la práctica no suele serlo, pero ayuda conocer los 4 principios en los que se basa la economía circular para empezar el camino hacia la transformación verde:
En este punto de adopción de un modelo amigable con el medio ambiente, es sumamente importante aprovechar las bondades de la tecnología y apalancar su utilización a través de marcos de trabajo ágiles que puede ser muy útiles, por ejemplo, para el diseño de los productos o servicios e identificar y definir estrategias que permitan enfrentar los retos de sostenibilidad que abandera la transformación del negocio. Por tanto, el papel de la tecnología es clave, ya que aporta significativamente a mejorar la eficiencia de los procesos de producción lineales, pero, el verdadero reto consiste en pasar a un modelo de Economía Circular en el que los “residuos” puedan ser reintroducidos en otras cadenas de producción, y es aquí donde la inclusión de soluciones disruptivas como el Blockchain, IoT, BigData, Inteligencia Artificial, Machine Learning, Materiales Inteligentes y Sostenibles, el Reciclaje Químico y la Manufactura de Aditivos, entre otros, cobran un valor realmente significativo para las industrias, la economía pero sobre todo para el planeta.
Un claro ejemplo sobre como las empresas empiezan a adoptar un modelo de Economía Circular, es el de Alpina, una de las empresas más reconocidas del sector de productos lácteos en Colombia, quien en su compromiso con el cuidado del medio ambiente, instaló en la Cabaña de Sopó una máquina que le ayuda a recolectar y compactar las botellas plásticas para aportar significativamente al reciclaje.
Por todo lo anterior, las compañías que deciden alinear su negocio con la adopción de la Economía Circular podrán acceder a un modelo que sea rentable, escalable y replicable, donde la implementación de la tecnología e innovación ayuda en la creación del valor diferencial en la gestión de los productos y servicios desde el diseño, producción, distribución y consumo bajo procesos sostenibles, un claro ejemplo de una empresa que tiene como política de Produccion Más Limpia (PML) es aquella que adopta la aplicación continua de una estrategia integrada de prevención ambiental en los procesos, productos y servicios con el objetivo de reducir riesgos para los seres humanos y para el medio ambiente, incrementando a su vez la competitividad de la empresa garantizando así su viabilidad económica, con lo que se logra dar cumplimiento de los pilares que cada vez más toman relevancia y visibilidad en el mundo de hoy: reducir, rehusar, reciclar y recobrar materiales.
Avvale, como aliado de negocio, integrador de servicios de tecnología y gracias al know-how, ha creado la metodología TRINITY que abarca 3 dimensiones estratégicas: Mindset, Ecosistemas, y Transformación Digital, las que incluyen diferentes estrategias y herramientas que facilitan la adopción, implementación y mejora continua de los procesos empresariales para identificar y gestionar puntos de mejora que pueden alinearse con la Economía Circular y los Procesos Verdes, haciendo de los negocios modelos rentables y sostenibles.
