marzo 1, 2024 •Avvale
En un momento histórico en el que la sostenibilidad es un deber ineludible, la economía circular emerge como piedra angular estratégica de los negocios. Anclada en principios de reducción, reutilización y reciclaje, esta filosofía trasciende la mera ética, representando un verdadero catalizador para la innovación y la competitividad. ¿Cómo se materializa esta visión en diferentes contextos?
Este artículo explorará siete ejemplos emblemáticos de la economía circular, destacando cómo diversas realidades industriales convergen hacia una visión compartida de sostenibilidad y renovación.
La adopción de la economía circular ha traído consigo profundos cambios en el diseño, la producción y el uso de los vehículos. Las prácticas habituales incluyen la recuperación de componentes para la fabricación de interiores y revestimientos exteriores. Además, el concepto de movilidad compartida, con servicios de transporte y coche compartidos, ha ganado tracción, reduciendo el número de vehículos en circulación y promoviendo una utilización más eficiente de los recursos.
En los sectores de la ingeniería y la construcción abundan los ejemplos de economía circular. Para reducir la explotación de recursos naturales y la generación de residuos, se están estudiando y empleando materiales compuestos altamente reciclables para edificios con bajo impacto ambiental y mayor eficiencia energética. Los componentes extraídos de estructuras antiguas, como el hormigón y los metales, se reutilizan en nuevas obras. Las empresas también están transformando los residuos plásticos en bloques de construcción, y el sector asiste a un aumento de los servicios de alquiler y uso compartido de la costosa maquinaria de construcción.
Un ejemplo significativo de economía circular es la logística inversa, que consiste en recuperar bienes y componentes al final de su ciclo de vida para reducir los residuos y promover la reutilización o el reciclaje. La Inteligencia Artificial (IA) se utiliza cada vez más para rastrear eficazmente los productos, identificar los materiales y redirigirlos a los canales adecuados de eliminación o regeneración. En el sector del transporte, la sostenibilidad y la circularidad se garantizan mediante:
El sector energético no es inmune a la influencia transformadora de la economía circular. Además de centrarse en las energías renovables y las nuevas tecnologías de almacenamiento, el uso de materiales reciclados o sostenibles en la producción de energía se ha vuelto indispensable. Numerosas empresas emplean materiales reciclados para fabricar paneles solares y turbinas eólicas, limitando la explotación de los recursos naturales y el impacto ambiental.
En el comercio minorista, las estrategias de impacto incluyen el diseño ecológico, la creación de productos más duraderos, reparables y fácilmente desmontables para reutilizar sus componentes. De este modo se amplía eficazmente el ciclo de vida del producto. Los envases se reutilizan y reciclan más fácilmente, abandonando las prácticas de un solo uso. Surge el modelo de Product as a Service (PaaS), que ofrece un producto como servicio por el que el cliente paga por el acceso en lugar de por la propiedad. El alquiler, el leasing, los programas de recompra, las ventas de segunda mano y las cadenas de suministro de circuito cerrado son ejemplos de prácticas de economía circular que completan el panorama.
En el mundo de la moda y el lujo, además del uso cada vez más común de tejidos reciclados y reciclables, existen numerosos programas de recogida de ropa usada. Los clientes pueden devolver las prendas usadas a cambio de descuentos en futuras compras, mientras que la ropa devuelta se repara y se revende para su uso posterior. La industria también está experimentando con nuevos modelos de alquiler de ropa y accesorios, promoviendo el uso específico, el intercambio de recursos y la valorización. Por último, el uso de la Inteligencia Artificial permite una previsión precisa de la demanda, reduciendo el exceso de producción y de inventario, y contribuye, junto con los pasaportes digitales, a la certificación de la autenticidad de las prendas.
Los ejemplos de apoyo a la economía circular son cada vez más numerosos en el sector financiero. Están aumentando las inversiones ESG (Environmental, Social, Governance), en las que la sostenibilidad no es solo un valor añadido, sino un requisito previo. Los fondos y carteras se centran en empresas que adoptan prácticas circulares, haciendo hincapié en la rentabilidad económica en sinergia con los beneficios medioambientales. Los Green bonds, destinados a financiar proyectos respetuosos con el medio ambiente, están ganando popularidad entre los inversores institucionales, y los bancos están introduciendo préstamos preferenciales para las empresas con una fuerte ética medioambiental.
La conciencia medioambiental está configurando el futuro de las empresas. Los siete ejemplos de economía circular analizados dan fe de la transformación en curso, demostrando que la sostenibilidad y el beneficio pueden coexistir eficazmente.
Desde el uso compartido de maquinaria industrial hasta el reconocimiento de la autenticidad de los artículos de moda, se hace evidente el papel fundamental de la tecnología para hacer posibles estos nuevos modelos de negocio: el paso de una simple transacción a una relación continua requiere el apoyo de plataformas tecnológicas potentes, flexibles y comunicativas.
Para los líderes empresariales actuales, integrar estos modelos es imperativo para redefinir la relación entre productos y usuarios, transformando a los consumidores ocasionales en fieles partidarios del cambio: la innovación circular será la clave del éxito empresarial del mañana.
